lunes, 21 de diciembre de 2009

Cero grados!!!!

Pues eso es lo que marcaba el termómetro a las doce de la mañana, cero grados. ¿No queriámos frío? pues ha llegado. Es curioso el ritual de vestirse en invierno, que os voy a contar, dos pares de calcetines, uno grueso y otro más fino, incluso tres si tus zapatillas no son de invierno (cada año piensas en comprarte unas pero cada año te pilla el frío...), culotes largos, camiseta skin, maillot corto, maillot manga larga encima, luego el de manga larga más grueso, luego chaqueta de tex, luego... Buff forrado para el cuello, otro para la cabeza debajo del casco, guantes de tex o de neopreno o las dos cosas a la vez... Vaya como una cebolla!!!! Lleno de capas. La mirada perdida de tu pareja te hace ver que no entiende muy bien que es lo que te pasa, por que tienes esa necesidad de salir en bici cuando el termómetro marca -4º!!!!

Una vez en la calle... Piensas pues no hace tanto frío, quedas con los compañeros y al monte, la primera sensación que notas es que la bici está muy lejos, allí debajo de las infinitas capar de ropa, el crepitar de las hojas y la hierba congelada hacen una banda sonora diferente a otras ocasiones, buscas los charcos para pasar la rueda y romper la escarcha, en fin...

Pides con todas tus fuerzas no pinchar, el pensamiento que tienes que sacar las manos de dentro de tus guantes se hace insoportable.

Pasa el día y el sol apenas calienta, el agua que hay en la válvula antigoteo de tu mochila de hidratación ¡¡Está congelada!! Ya es hora de volver a casa, y disfrutar de una ducha calentita que te recuerda que los dedos de las manos y de tus pies aún son tuyos, quizá sí que las bicicletas son para el verano, pero éste queda muy lejos. Como me gusta montar en bici!!! Aunque sea a cero grados.

Albert

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